LAS ESTACIONES DE LA ABUNDANCIA
La abundancia atraviesa las mismas estaciones que tu año, con una diferencia muy importante. No podés cambiar las estaciones del año; sí podés cambiar las estaciones de la abundancia, cambiando vos y generando resultados positivos en cada una de ellas.
A vos te puede gustar el invierno, pero cuando yo digo "INVIERNO":
¿Vos pensás en:
Sol o frío?
¿Salud o enfermedad?
¿Alegría o tristeza?
¿Salidas o encierro?
Como verás el invierno tiene una imagen de contratiempo, mal tiempo, soledad, etc.
Para ser abundante en INVIERNO ...
TE SUGIERO: VENCERLO FORTALECIÉNDOTE.
ROBUSTECETE-----Ser abundante requiere fortaleza y fuerza.
CUIDATE-----Ser abundante requiere ser sano física, mental y espiritualmente.
PREPARATE-----Ser abundante requiere saber accionar.
ESTUDIÁ-----Ser abundante requiere conocimiento.
GUARDÁ-----Ser abundante requiere saber ahorrar
PLANEÁ-----Ser abundante requiere un plan.
PROYECTÁ-----Ser abundante requiere un proyecto.
No desees que las cosas sean más fáciles; deseá ser mejor.
No desees menos problemas; deseá tener más habilidad para resolverlos.
No desees no tener obstáculos; deseá sabiduría para superarlos.
Y TENÉ SIEMPRE PRESENTE QUE LA PRIMAVERA LLEGA PUNTUALMENTE DESPUÉS DEL INVIERNO.
PRIMAVERA: TIEMPO DE GANAR
La primavera de la abundancia es la oportunidad, la expansión.
Ahora hay que plantar, pero para ganar, hay que aprovechar todo el tiempo. Que la temperatura agradable de lo que empiezas a conseguir no te confunda.
O sembramos bien en primavera o la abundancia del otoño se resistirá a aparecer.
VERANO: TIEMPO DE VIGILAR Y CUIDAR
Protege tu cosecha de abundancia porque llegarán los insectos y la cizaña (seres no abundantes) intentando destruir tu trabajo.
Defiende tu pensamiento abundante. Si no defiendes lo que crees, creas y deseas, el otoño te hará retroceder.
OTOÑO: TIEMPO DE ACEPTAR RESPONSABILIDADES
Tu abundancia hace explosión.
Recoge tus resultados de primavera y otoño.
Hacete responsable de la cosecha que has cultivado.
Si las has hecho bien: RECONÓCETE Y RETIENE EL APRENDIZAJE.
Si lo has hecho mal: APROVECHA PARA APRENDER.
APRENDIZAJE
La mujer, exitosa y triunfante, única en su género entre treinta y dos integrantes del staff de la compañía, mostraba un ceño fruncido y preocupado.
Había terminado la reunión con su equipo, y en su auto evaluación, se juzgaba haber sido poco determinada en su comunicación y débil en sus consignas sintiendo que su imagen se había desdibujado por falta de fuerza.
Lamentaba profundamente este desempeño, y con su habitual auto exigencia, se reprochaba haber desperdiciado una de las pocas oportunidades en las que reunía a todos sus liderados. Sentía –como siempre que creía no haber sido asertiva cien por cien- que no había dado al tiempo el valor que correspondía, y que no había hecho todo lo que podía por su querida gente, fallando en su entrega.
Su director divisional se acercó sonriendo. Ahora podría serenarse hablando con él que era para ella una fuente de sabiduría y quien siempre iluminaba su camino con sus palabras (una de las contadas personas a quienes escuchaba en su vida).
-¡Hola, Juan Carlos!- Estoy enojada.
-¡Hola, campeona!-respondió él, acariciándole la cabeza. -¿Por qué estás enojada?
-¿Estuviste presente en mi reunión?- siguió ella.
-Sí –dijo él, y agregó:-Y me pareció fantástica. Eso te venía a decir. Creo que estás encontrando lo que siempre te digo que tenés que buscar, una forma más suave, menos exigente, más ligera y más cálida.
Ella no salía de su asombro. Como pudo, dijo: -A mi me pareció terrible. Sin fuerza, sin motivación, sin pasión.
-Eso es lo que nos pasa porque nos juzgamos desde los que somos y con lo que creemos que es lo único que tiene validez. Y terminó: -Creo que te puede ayudar mucho esto que te voy a decir para conocer el resultado real que producís en tu entorno: “Cada vez, que desde ese “coloso” de fuerza, resistencia y pasión que sos, creas que has estado condescendiente, melosa, titubeante o demasiado permisiva, sabrás que has sido captada como, realmente, tu gente necesita verte”.
(Esto es una anécdota real de mi vida) Un abrazo grande, grande.
Siempre estoy haciendo aquellas cosas que no puedo hacer, quizás así pueda aprender cómo hacerlas. PABLO PICASSO
No hay comentarios:
Publicar un comentario