jueves, 31 de marzo de 2011

LOS CUATRO ACUERDOS TOLTECAS


Una de las características determinantes del Coaching es que su foco se ubica en el cambio que pueden realizar los Coachees (clientes) aprendiendo a tener una mirada diferente,  distinguir entre juicios y hechos y ampliar sus espacios de comprensión, todo lo cual resulta en una nueva forma de vivir sus circunstancias. La elección de la mirada determinará la decisión que tomemos para pasar a la acción. Este proceso necesita de un parámetro clave que nos ayude a no equivocarnos y por ende, es necesario que lo tengamos siempre presente: QUE NOS ACERQUE A NUESTROS OBJETIVOS SEAN CUALES SEAN, QUE NOS LLEVE A CREAR UNA VIDA FELIZ.
El verdadero descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en mirar con ojos nuevos. Marcel Proust
El secreto de mi felicidad es tratar las catástrofes como molestias y no las molestias como catástrofes. ANDRÉ MAUROIS
El dolor y el sufrimiento son inevitables; sentirse desgraciado es optativo. ART CLANIN.
"Las ideas que no se potencian con acciones, nunca se vuelven más grandes que las células cerebrales que ocupan" Arnold Glasgow
Hoy quiero compartir con vos las enseñanzas magistrales de un antiquísimo libro que resume con sabiduría cuatro puntos que nos ayudarán invalorablemente en ese proceso.
LOS CUATRO ACUERDOS TOLTECAS:
PRIMER ACUERDO: NO SUPONGAS. NO DES NADA POR SUPUESTO: Si tenés dudas, aclaralas. Si sospechás, preguntá. Suponer te hace inventar historias que envenenan tu alma y que no tienen fundamento.
Desde la mirada del Coaching, cada vez que suponemos estamos generando un juicio NO VÁLIDO puesto que se apoya únicamente en la idea que nos hicimos frente a lo sucedido, sea esto una cosa, una conversación, una situación, etc. Cuando generamos un juicio INVÁLIDO, se desata dentro de nosotros una CONVERSACIÓN INTERNA que –puesta a prueba de valor- nos resulta inútil y lo peor, DOLOROSA sin necesidad. A los seres humanos las cosas no nos afectan por sí mismas, sino por cómo las interpretamos. Epicuro.
SEGUNDO ACUERDO: HONRA TUS PALABRAS. LO QUE SALE DE TU BOCA ES LO VOS SOS. Si no honrás tus palabras no te estás honrando, si no te honrás a vos mismo, no te amás. Honrar tus palabras es honrarte, es ser coherente con lo que pensás y con lo que hacés. Esto te hace auténtico. Respetable ante los demás y ante vos.
Desde la mirada del Coaching dentro del cual las PALABRAS son las herramientas claves, decimos que EL LENGUAJE NO ES INOCENTE. Esto significa que el LENGUAJE es generador de un resultado, más específicamente de una creación. Si hablo sin cuidar que puedo herir a otro, si digo algo que no es cierto, si PROMETO sin COMPROMETERME a cumplir estoy deshonrando mis palabras…ME estoy deshonrando. ¿Qué objetivo de crecimiento, buenas relaciones, felicidad te pueden generar este tipo de palabras? No hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio.             Proverbio árabe.
TERCER ACUERDO: HACÉ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS. SI SIEMPRE HACÉS LO MEJOR QUE PUEDAS, NUNCA PODRÁS RECRIMINARTE NADA O ARREPENTIRTE DE NADA.
Desde la mirada del Coaching la ACCIÓN es lo único que pondrá en marcha tu cambio y si tu ACCIÓN es a medias o de menor calidad a la que tu PODER PERSONAL puede alcanzar, seguramente sólo producirá frustración y por ende, tristeza y arrepentimiento. ¿Qué te pasa cuando algo no sale como querías y analizándolo te das cuenta de que podrías haber hecho más y/o mejor para conseguirlo?
“Si yo hubiera…” ¿Te suena esto? Tus acciones hablan tan claro que no logro escuchar lo que dices.
CUARTO ACUERDO: NO TE TOMES NADA COMO PERSONAL. Ni lo que consideres
la peor ofensa, la más grave herida, el peor desaire. NO TE TOMES NADA COMO PERSONAL. El hacedor de estas acciones tiene un resentimiento, un dolor, una ira que descarga contra QUIEN SEA que sea su interlocutor porque no sabe como deshacerse de eso. Esa persona necesita lastimar para compensar su angustia y lo intenta contra CUALQUIERA que lo tenga que escuchar, en cualquier situación que se presente. No es en TU contra, y más allá de eso, lo único que consigue es lastimarse más a sí mismo.
Desde la mirada del Coaching, los seres humanos tenemos la capacidad de elegir con quién queremos estar y qué es lo importante para nosotros. Podemos elegir HACERNOS CARGO o no de lo que el otro dice. Y si sabemos quiénes somos también sabremos que tenemos un ámbito de control de nuestra vida que es aquél en el que sólo nosotros podemos decidir, y otro que está fuera de nuestro control por lo que allí, sólo deberemos: NO DAR NADA POR SUPUESTO, HONRAR NUESTRAS PALABRAS, HACER SIEMPRE LO MEJOR QUE PODAMOS Y NO TOMARNOS NADA COMO PERSONAL para dirigir nuestra vida a la plenitud y el bienestar…lo más cercano a la FELICIDAD ¿Verdad? Enciende tu propia luz y no habrá sombra que te detenga.

Ahora, además de tu sonrisa para cuando termines de leer, te desafío a que encuentres en la siguiente historia la falta de aplicación de LOS CUATRO ACUERDOS TOLTECAS.
DEL DIARIO DE ELLA
El sábado por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en encontrarnos en un bar. Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque llegué con un poco de retraso,  pero él no hizo ningún comentario.
La conversación no era muy animada, así que le propuse ir cenar a ver si la misma fluía. Fuimos a un restaurante y él se seguía portando de forma extraña. Estaba como ausente. Intenté que se animara y empecé a pensar si sería por culpa mía o por cualquier otra cosa. Le pregunté y me dijo que no tenía que ver conmigo. Pero no me quedé muy convencida. En el camino de vuelta, en el coche, le dije que lo quería mucho y él se limitó a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme. No sé cómo explicar su actitud porque no me dijo que él también me quería, no dijo nada y yo estaba cada vez más preocupada. Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme. Por eso intenté hacerlo hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla con aire distante como haciéndome ver que todo había terminado entre nosotros.
Por fin desistí y le dije que me iba a la cama. Alrededor de diez minutos más tarde, él vino y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraído. Después quise afrontar la situación, hablar con él cuanto antes, pero se quedó dormido. Empecé a llorar y lloré hasta quedarme adormecida. Ya no sé qué hacer. Estoy casi segura de que sus pensamientos están con otra. Mi vida es un auténtico desastre.
DEL DIARIO DE ÉL
Hoy la selección perdió. Al menos, hice el amor.
Te recuerdo que podés preguntar, comentar o pedir temas. Estoy para asistirte y hoy me gustaría escuchar tus resultados del desafío.
Por el placer de compartir. Rita
 
 
 


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